Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida aprisa.
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Se está quedando sin tiempo. Su cuerpo ya no se puede aferrar a los deseos del alma.
El yo lírico le está expresando a alguien, le está dando énfasis en que aprovechen el momento, ¡Carpe diem! Disfrutemos en el momento, pero también pensemos en el mañana.
Este poema de Juana de Ibarborou, la verdad es que me gusta mucho, cuenta todo lo lindo que tiene de joven; me encanta la parte donde dice ''Ahora que en mis labios repica la risa como una campana sacudida aprisa'', es una característica muy de los adolecentes, admitamoslo, nos reímos por todo...
Me gusta mucho, no sé, siento que es muy fresco para ser alguien que ya no es una adolescente, pero que aún conserva su juventud y quiere aprovecharla antes de que su cuerpo ya no le permita lo que el alma desea...